La pregunta del millón: “y va aguantar tantas horas encerrado/a en un avión?”.
La respuesta depende de cada niño. Cada padre/madre conoce a su hijo/a y sabe si podrá aguantarlo o no.
Elena ha sido siempre bastante tranquila y su primer viaje en avión no fue nada problemático ni estresante, pero hay trucos o consejos para conseguir que el viaje sea lo más tranquilo y placentero para todos. Es difícil, pero no imposible.
Nosotros solemos llegar con tiempo de sobras al aeropuerto para no ponernos más nerviosos de lo habitual, pero tampoco hay que pasarse sino la espera se nos hará eterna.
En la mayoría de aeropuertos (en el de Barcelona El Prat, seguro), hay una cola especial para familias con niños, donde la cola suele ser más corta. Nosotros solemos usarla, precisamente por ese motivo.
Nuestro primer viaje en avión con Elena, ella tenía 18 meses y era un vuelo Barcelona-Bilbao. Viajaba yo sola con ella, así que doble estrés (carrito, bibes, pañales y mil porsiacasos). La verdad es que, al ser un vuelo corto, y a 1ª hora de la mañana, se lo pasó prácticamente todo, dormida. Y la vuelta, a última hora de la tarde, más de lo mismo. También ayudó que el avión iba casi vacío y pudimos estar más anchas en los asientos e incluso levantarnos a pasear en algún momento.
El tema de los carritos infantiles, es un mundo a parte.
Hay compañías que te lo hacen facturar y otras que puedes llevar el carrito hasta la puerta del avión y allí lo bajan a bodega, pero en destino no siempre lo tienes allí cuando llegas, y sale por la cinta del resto de equipaje, eso depende del aeropuerto de destino.
Recomendamos carritos tipo paraguas, por su fácil plegado y transporte. Si sólo tenéis el “grande”, recomendamos llevarlo en una funda especial para evitar roturas y accidentes varios al transportarlo en bodega.
Pero el viaje más largo que hicimos con ella fue Barcelona-Madrid-Punta Cana cuando tenía 3 años y medio. Teníamos un viaje de más de 8 horas con ella por delante… con una escala de por medio…
Nos equipamos con: colores, libros para colorear, puzzles tamaño viaje, Tablet con películas, cuentos… estuvo muy entretenida todo el viaje y haciendo siestas de vez en cuando.
También hicimos algún que otro paseo por el avión para estirar las piernas. Había más niños en el avión, que, por sus lloros, no estaban tan tranquilos y relajados como Elena…
En cuanto a la comida en los aviones, si no es una lowcost, hay la posibilidad de pedir menú infantil.
Nosotros siempre lo pedimos a través de la web de la compañía aérea. No es que sea ninguna maravilla la comida infantil en los aviones, pero por lo menos tiene una pinta más divertida.
Algunas compañías incluso tienen detalles con los más peques. Por ejemplo, Vueling, en su página web, puedes descargar un certificado de primer vuelo, que se lo puedes entregar al personal de cabina y el piloto te lo firma, e incluso con un poco de suerte, puedes visitar la cabina del piloto.
Este verano viajamos por primera vez con Virgin Airlines en nuestro viaje a Nueva York, y a la ida, obsequiaron a Elena con una bolsa con unos calcetines, un libro para colorear y colores y un antifaz. Un detalle que nos encantó a todos, la verdad.
Y Elena quedó maravillada con la pantalla individual que tenía cada asiento, con un montón de pelis y juegos para entretenerse!
Sobre líquidos en aviones, pues hay que regirse por la normativa vigente: máximo 1 litro de líquidos por pasajero, repartidos en recipientes de un máximo de 100ml cada uno y todo dentro de una bolsa transparente, de cierre hermético.
Peeeeero… ¿Puedo llevar una botella de Dalsy de 200ml? La respuesta es: ¡SÍ! Al ser un medicamento, está permitido.
Tenéis la normativa de Aena al respecto, aquí.