Si pienso en Barcelona y Navidad, sólo se me ocurre una cosa: la Fira de Santa Llúcia (Feria de Santa Lucía). Es un mercadillo navideño que se monta delante de la Catedral. Si tenéis la fortuna de pasar unos días en Barcelona durante el mes de diciembre, no os lo podéis perder.
Recomendamos visitar la web de ayuntamiento de Barcelona para saber las fechas exactas, ya que cada año varía un poco.
Y como es tradición en nuestra familia, esta mañana gris, hemos decidido ir a pasear por allí. Hemos bajado en la estación de Pl. Catalunya y hemos bajado por el Portal de l’Àngel hasta el Pla de la Catedral, no tiene pérdida.
Allí, a parte de mucha gente, hay de todo lo imaginable dedicado a la Navidad, desde abetos, Papa Noeles, muérdago, musgo, decoración y luces para el árbol, figuritas del Belén de todos precios y tamaños y el tradicional Tió.
Para lo que no sepáis que es, es un tronco de árbol, decorado con ojos, nariz y boca y una barretina, que aparece en las casas de los niños catalanes, y que tras alimentarlo durante unas semanas, en Nochebuena o el día de Navidad, recibe bastonazos al ritmo de una “Nadala” y “caga” regalos para todos.
También podéis encontrar el tradicional “Caganer” ya sea el “de toda la vida” como transformado en cualquier famoso que os podáis imaginar. En la web del caganer.com podréis ver la variedad.
Nosotros, como cada visita a La Fira, compramos un ramito de Navidad para “l’àvia” (abuela). La tradición manda regalarlo para desear suerte.
Justo delante de la Catedral, hay un tió gigante que los niños pueden “hacer cagar”, pero hoy como había llovido, estaba tapado.
Nos hemos hecho la típica foto, que nos hacemos cada año, frente al a Catedral y justo después hemos entrado a verla, ya que a mi, particularmente me encanta la Catedral de Barcelona, y mucho más su claustro y sus ocas, pero esta vez estaba cerrada.
Tras una visita rápida ya que estaban haciendo misa de domingo, nos hemos acercado a ver el Belén que ponen cada año en la Pl. Sant Jaume.
Cada año es diferente y cada año genera polémica. Esta vez se han basado en un poema del poeta J.V. Foix para recrear el pesebre de la ciudad.
Y tras verlo, bueno, hemos escuchado opiniones de todo tipo… A nosotros no nos ha acabado de convencer, quizás somos más tradicionales.
Si queréis rematar de una manera muy dulce vuestra visita al Barri Gòtic, tenéis que ir a alguna chocolatería de la calle Petritxol, donde os podéis pedir un Suizo (chocolate caliente con nata) y alguna pasta dulce para rematar.
Tanto La Fira como el Belén de la Pl. Sant Jaume, son muy curiosos de visitar, pero recomendamos ir temprano o entre semana, ya que los festivos suele estar a tope y así lo disfrutareis mucho mejor y más tranquilos.
Os animamos a visitar Barcelona en Navidad y su Fira de Santa Llúcia!